Actividad
Con apoyo del vídeo y el apunte elabora una historieta y responde las preguntas finales.
La
vida en las haciendas
Las
haciendas eran grandes propiedades en las que se cultivaba y se criaba el
ganado. En ellas se cosechaban productos como caña de azúcar, tabaco, henequén,
cereales y algodón; y se elaboraban bebidas como mezcal y pulque.
Había
haciendas que, por su extensión, ejercieron influencia en los poblados cercanos
y también en otros estados del país. De la gente que trabajaba en las
haciendas, algunos laboraban de manera temporal pero la gran mayoría vivía allí
mismo.
Muchos hacendados no siempre podían ocuparse del manejo directo de la
hacienda, por lo que un administrador se hacía cargo. Con frecuencia, los
dueños se ausentaban durante largas temporadas porque vivían en las ciudades;
sólo pasaban temporadas cortas en ellas, sobre todo para el descanso, la
diversión o alguna celebración o fiesta religiosa.
Por lo general, cada hacienda
tenía una capilla, una tienda de raya, un almacén, una escuela, una cárcel, una
troje o lugar en donde se guardaban los granos; los jacales donde vivían los
peones y la casa grande, que tenía todas las comodidades como luz eléctrica,
baños, salas espaciosas e incluso salones de billar.
La
tienda de raya, muy importante en la hacienda, era el lugar donde se vendían
productos básicos como jabón, maíz, frijol, aguardiente y otros. Normalmente,
los productos se vendían a precios más altos que en los mercados.
El
jornal o salario se pagaba con esos artículos y en pocas ocasiones con
dinero.
El administrador llevaba el registro de las compras y las deudas, que en algunos lugares heredaban los hijos en caso de que sus padres murieran, por lo que nunca terminaban de pagar. Entre las personas que trabajaban en las haciendas estaban los administradores, los capataces y los peones. La vida en las haciendas tenía contrastes, pero la mayoría de los trabajadores vivían en situación precaria.
El administrador llevaba el registro de las compras y las deudas, que en algunos lugares heredaban los hijos en caso de que sus padres murieran, por lo que nunca terminaban de pagar. Entre las personas que trabajaban en las haciendas estaban los administradores, los capataces y los peones. La vida en las haciendas tenía contrastes, pero la mayoría de los trabajadores vivían en situación precaria.
Observa la ilustración de una hacienda del Porfiriato. Coloca en cada paréntesis de las descripciones y en cada círculo de la ilustración, el número que corresponda al lugar correcto.
Da clic sobre la imagen para imprimir o ampliar la imagen.
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